La transición de los años
30s forjaron en Monasterio el surgimiento de un nuevo estilo
Una corriente neoclásica
nunca antes vista en nuestro país , elemento agradables pesados, sueltos embalsamados
en su propia piedra , una nueva raza que quedo impresa en cada una de las
esculturas de la época, si bien la evolución y la temática evolucionara desenfrenadamente
para llegar a la abstracción máxima de la obra donde el artista plasma en la
conjunción de dos esféricos “una obra “
Sin embargo es inevitable
para reconocer la grandeza de Luis Ortiz Monasterio regresar y perdernos en los
30s , una amable y sutil dulzura de cuerpos y elementos que chocan con la
irrealidad de un mundo que esta a punto de vivir cualquier tipo de fatalidad
Luis Ortiz Monasterio
1906-1990
Otoño 2017.
Adolfo Cantú
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