viernes, 13 de septiembre de 2024

Museo CYDT

 Federico Cantú 1907-1989


Mi nieto en traje de retacitos 1955

La Escuela Nacional de Bellas Artes en 1896. Coincidiendo con el desarrollo del post-impresionismo y su pintura, Alfredo Ramos Martínez se nutre de los maestros de la escuela de Barbizon, que serviría de modelo para formar el método de estudio de las Escuelas al Aire Libre – la obra Retrato de niño a manera de querubín, son de corte académico.

Ramos Martinez jugará un rol primordial para el arte y el desarrollo de nuevos artistas en nuestra nación, posteriormente en el Salón de Otoño en 1908.

Si bien Ramos Martinez queda a cargo en 1913 de la dirección de la Academia de las Bellas Artes, es en este momento y viviendo los cambios que requería la docencia, cuando surge la Primera Escuela de Pintura al Aire libre “Santa Anita”.

Sin duda Ramos Martinez se convertirá en el eje de ruta de grandes maestros de la Escuela Mexicana de Pintura donde el tambien regiomontano Federico Cantú iniciara su carrera pictórica .

“El criterio y la orientación en la Escuela de Pintura al Aire libre eran francamente impresionistas. Del culto que rendíamos a Monet, Pizarro, Sisley, Seurat, Van Gogh, y por supuesto Cézanne, aprendí la limpieza del color y la más furiosa anti academia”, comentaba.

El Ulises de Cadereyta

Cuando cumplí catorce años, sentí el ansia de París. Los libros de mi madre y las novelas románticas con teatro en la Ciudad Luz, me alucinaron; me sedujeron al grado de convertir en obsesión lo que en un momento fue embriaguez espiritual.

“Llegué a Francia muy chamaco, fue mi madre quien me ayudo, de chico es cuando uno cree más en las metas, recuerdo que ya en Paris, fueron muy gentiles conmigo los viejos, me enseñaron, además de las mañas de andar tras las mujeres y el alcohol, mucho del criterio de ellos. Amigos como José Decreeft, Mateo Hernández, Ginés Parra todos ellos muy amigos de Picasso y por supuesto, don Alfonso Reyes, el cual me decía: “la única manera de ser provechosamente nacional consiste en ser generosamente universal”, y agregaba: “pues nunca la parte se entendió sin el todo”.



Durante una década en Montparnasse (1924-1934) Cantú convivió con los más grandes artistas de la época y también con grandes intelectuales como Renato Leduc, Cardoza y Aragón, Alfonso Reyes, Moreno Villa, César Vallejo y Antonin Artaud, considerado como el “poeta maldito” y con el que cultivaría una gran amistad. El poeta frecuentaba el Atelier de Rue Delambre, situado en el epicentro del barrio bohemio, colindante a La Rotonde y Le Dôme en Montparnasse.



Ahí, a tan sólo unos pasos de los cafés La Rotonda, Le Dome, Le Dingo, The Jockey, La Closerie des Lilas, estaba una calle que salía del Carrefour Vavin, no podía haber una mejor esquina en todo el barrio para vivir y trabajar, para emborracharse y enamorarse, ahí se instaló Federico Cantú y, recordando las palabras de Henry Miller ahora afirmaba:

“No tengo dinero, ni recursos, ni esperanza. Soy el hombre más feliz de la vida. Hace un año, hace seis meses, pensaba que era un artista. Ahora ya no pienso en ello; Ahora Soy”.

Retacitos – Federico Cantú 1955

Desde su época en Paris 1924-1934 Federico va ir integrando la figura de arlequín como una remembranza y acercamiento a Cézanne y a Picasso , los ejemplos fluyen durante décadas , sin embargo estos saltimbanquis van evolucionando junto con la madurez ejercida por su paleta!

Fue en 1955 cuando su primer nieto apareció en su atelier vestido de arlequín! Y sin dudad a Federico le gusto el tema para llevarlo al lienzo, en ese momento ya habían pasado poco mas de tres décadas de su llegada a Paris y recordaba bien el retrato de Picasso le pitara a su hijo Pablo con traje de arlequín.



Siempre es grato recordar la trama de cada una de las obras que legara Cantú y que durante muchas décadas hemos podido apreciar en diferentes foros de America y Europa. En hora buena por siete décadas del Retacitos


Bo

Septiembre de 2024

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