Museo CYDT
Dario Ortiz Robledo (born September 12, 1968) is a Colombian artist.
Ortiz, a self-taught artist, was born in Ibagué, Colombia. He graduated from the Colegio San Tarsicio in Bogotá in 1986. He studied History and Art Appreciation in the Jorge Tadeo Lozano University in 1990-91. Since 1995, he has been a contributor to the Ibaque newspaper, El Nuevo Día. Ortiz publications include the books: Oscar Rodríguez Naranjo, the painter of beauty (1996), Neorealism (2000), in collaboration with Carol Damian, and the essays Vásquez de Arce y Ceballos drawings (2007), A Brief History of the arts in the territory of Tolima (2007), and A novel painted (2008).
In 2003 Ortiz founded, and is the head of, the Museo de Arte del Tolima in Ibagué.
Darío Ortiz
Durante mas de cuatro décadas , he tenido la oportunidad de conocer diferentes colecciones de Arte , tanto publicas como privadas, también diferentes Ateliers y muchos grandes maestros que han legado un cumulo de diferentes estilos , simplemente el siglo XX fue una explosión de
tendencias que se contraponen y en algunas ocasiones se fusionan,
De ahí que para poder realmente entender una obra tenemos que sintetizar nuestro conocimiento adquirido
Lo que si queda claro es que debemos cultivar nuestra vista , nuestra sensibilidad
nuestro gusto y todo con el fin de degustar , aprobar o negar una obra o un autor.
Para un coleccionista una obra una docena de obras logran cimentar un proyecto de vida
En lo personal me gusta pensar en la visión que tendría en el renacimiento el Rey Francisco
Primero en Francia , la estructura medular de uno de los Museos del mundo El Louvre , se inicia
con esta pequeña y selecta colección de obras ya entrados en la primera mitad del siglo XX a muchos años de distancia podemos quedarnos perplejos de la colección de Peggy Guggenheim (ella estuvo en el momento y lugar preciso) pero también ella tuvo la sensibilidad de rodearse de los mas grandes Maestros del XX tanto para adquirir obras selectas , como para dejarse asesorar .
Y al final al igual que Francisco I la Colección de Peggy como muchas otras colección se engrandece mostrándose al mundo como un gran legado
De esa misma manera muchos museos se nutren decolecciones
De esa manera los buenos artistas tienen un pase seguro para la inmortalidad .
Y es ahí donde nos detenemos a degustar la obra de Darío:
A manera de glifos sensibles , Darío nos invita a descifrar una historia , un momento , un pensamiento un conjunto de líneas , formas , colores que ocasionalmente se pierden entre claro obscuro , solo con el fin de que fijemos la vista en la escena, en el objetivo,
Para nunca salir del lienzo , para no distraernos en los limites del marco y el muro , donde cada quien interpreta a su manera lo visto o, una silla , un sillón , una mesa un librero todos juegan dentro del mismo lienso donde quizá lo sensual , lo humano nos atrapa lo amable o no amable termine por atraparnos.
Podemos mirar y volver a mirar la obra de Darío , pero no sin preguntarnos “su belleza existe” o solo viaja al mismo tiempo que nuestra imaginación!
Porque Despues de ver una pintura de Darío y volverla a ver, habrá que cerrar los ojos y contemplar su grandeza.
Existe un hermoso lienzo del siglo XVII en nuestra colección titulado “San Jerónimo”
Que grata sorpresa que cuando recibí la invitación en mi IPhone y sin poder leer las diminutas letras que ostenta el retrato:
De inmediato la escena descrita por Darío en su obra , me lleva a nuestro San Jerónimo Su magnifico lienzo titulado “Autorretrato como San Jerónimo mas viejo mas sabio” me fascino y me permitió conectarme con la obra de este gran maestro.
Que hermosa metáfora
San Jerónimo, considerado Padre de la Iglesia, uno de los cuatro grandes Padres Latinos. La traducción al latín de la Biblia hecha por san Jerónimo, llamada la Vulgata (de vulgata editio, 'edición para el pueblo')
Tema recurrente de los grandes maestros:
Recordamos el de Carabaggio de 1605
El de Alberto Durero de 1514
El de Francesco Bassono del siglo XVI
Porque existen ya un Sin numero de obras maestras a las que hoy, se suma la de Darío
Durante siglos la figura de San Jerónimo se elevo al grado cardenalístico de ahí la tonalidad y color , en algunas obras lo admiramos con media túnica y ligeramente desnudo, pero en la obra de Darío él nos permite ubicarnos dentro de estas dos realidades , igual retando al coleccionista a indagar, en la maestría del pincel, tanto para trabajar los pliegues de una tela o los de la propia carne.
Obras maestras todas , donde se conjuga la iconografía , el color tanto como la fuerza del personaje central rodeado de libros, tela, escritos , pensamiento, drama y erudición , todo viajando en una intemporalidad maravillosa, tanto en el estilo de los lugares, como en el trazo , que solo los grandes maestros pueden dominar, por supuesto que en esta y muchas obras, vemos un oficio llevado a la perfección .
En hora buena por el Salón de la Plástica Mexicana que hoy es anfitrión de un hermano latinoamericano tan excelso como los de nuestra Gran Escuela Mexicana de Pintura.
Adolfo Cantú
Febrero 2019-02-05
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